EL TIEMPO EN AZUQUECA

Tiempo en Azuqueca de Henares
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martes, 17 de noviembre de 2009

DEL BLOG DE MANUEL HERNANDEZ IGLESIAS




La memoria histórica de los camaradas

Iba a caer en la tentación de comentar la doble entrevista a un veterano y una joven promesa del PCE, titulada ¿Qué es ser comunista en 2009?, cuando he visto en la página de UPyD un enlace al artículo de Elvira Lindo Comunistas. Como Lindo dice mejor y con menos palabras lo que yo hubiera intentado escribir, a él me remito.
Sólo añadiré que, en su afán por justificar lo injustificable, los entrevistados acaban de proporcionar a los admiradores de Franco un argumento que ni al más agudo de éstos se le hubiera ocurrido: el famoso bloqueo. A la pregunta de si firmarían un manifiesto por la libertad de los disidentes cubanos presos en Cuba, el eurodiputado Willy Meyer contesta “No, yo no lo firmaría. ¿Mientras exista el bloqueo? Nunca.” Normal, puesto que, a la pregunta de si en Cuba hay presos políticos, respondió que él no los llamaría así, sino personas que no condenan el “bloqueo” y que contravienen la Constitución cubana y a las que, lógicamente, se procesa. Después de todo, como tanto él como la camarada Esther López Barceló insisten en subrayar, Cuba está en estado de guerra, en estado de excepción, debido al “bloqueo”. Y, por si la cosa no quedara suficientemente clara, Meyer pone un ejemplo muy didáctico: “Si España sufriera un bloqueo naval, yo defendería que cualquier persona que contemporizase con la potencia que nos asediara fuera castigada.”
Pues nada, ¡Viva Franco! y ¡Arriba España! Porque después de la II Guerra Mundial España estuvo sometida a un “bloqueo” internacional, con retirada de embajadores y exclusión de las organizaciones internacionales incluidas. O sea, que estaba, según los camaradas Meyer y López Barceló, en estado de excepción, en estado de guerra. Yo siempre había considerado que mi abuelo Raimundo, encarcelado tras la Guerra Civil, y que nunca practicó la violencia ni abogó por ella, había sido un preso político. Pero no, gracias a estas dos mentes tan lúcidas, he descubierto que no debería llamarlo así. Que en realidad era una persona que no condenó el “bloqueo” y que contravino las Leyes Fundamentales del Estado o los puntos de la Falange (no sé cuál sería la legalidad vigente en el momento). Y que, claro, merecía ser castigado por contemporizar con las potencias asediantes; que además, en este caso, eran las dos superpotencias, no sólo una. Doble guerra, doble excepción. Supongo que, en consecuencia, doble castigo. No querías chocolate, pues toma dos tazas. Y muchas más si sumamos los aliados de una y otra superpotencia.
Y, por supuesto, la manifestación en la Plaza de Oriente que vemos en la foto será, según los finos análisis de estos camaradas, la heroica reacción de un pueblo afirmando su dignidad frente al contubernio internacional. En fin, es lo que tienen los argumentos para justificar una dictadura, que se extienden fácilmente a cualquier otra. O, lo que es lo mismo, que los estigmas contra unas víctimas se aplican casi literalmente a todas las demás. Mi abuelo republicano, que esto lo tenía muy claro, nunca fue comunista.
La verdad es que (y por eso he entrecomillado “bloqueo”) ni en Cuba ahora ni en España entonces hubo bloqueo alguno. Lo que hay en el primer caso y hubo en el segundo fue un embargo comercial. El único bloqueo que hay, y es verdad que dura ya muchas décadas, es el de ciertas mentes. Y ese sí que parece que no hay quien lo rompa.
(Y una última precisión: en Cuba sí hay disidentes que han manifestado su desacuerdo con el embargo y no por ello han corrido mejor suerte.)

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